MACHISMO Y FEMINISMO

   En muchos países actualmente se padece el dolor que causa la Violencia de Genero (VG), sin encontrar la vía de su erradicación. Influye en ello, que la terminología sexual utilizada es confusa y llena de intencionalidad, pues se acomoda a los intereses de los grupos sociales. Son un ejemplo los conceptos de Machismo y Feminismo, por lo que las soluciones para erradicar la VG se tiñen de sus falsos significados y resultan aún más inoperantes.

   Por eso, en la primera parte del artículo vamos a profundizar en las raíces de la terminología sexual que se utiliza. Nos iremos refiriendo especialmente a la tergiversación que contienen los conceptos de Machismo y de Feminismo.

   En la segunda parte del artículo, desde la claridad alcanzada en la terminología sexual, trataremos las relaciones en la pareja humana: su comportamiento personal y dual, sus atracciones, sus motivaciones, sus rechazos, sus roles, etc. Se pretende, en suma, clarificar las relaciones existentes entre los dos miembros de la pareja humana para conseguir un acercamiento mayor al amor entre varón y mujer.

   Iremos viendo también que el término Machismo no refleja la realidad actual de macho, que es poco manifiesta en el varón occidental, por lo que difícilmente puede actuar con la prepotencia que implica el término Machista. Con este término generalizado se menosprecia además la cualidad macho en todos los varones. Por lo contrario, es necesario revitalizar dicha cualidad en aquellos para que actúe propiamente.

   Por otra parte, el término Feminismo entraña una realidad de comportamientos en las mujeres, que no son precisamente de Femenino, pues si así fueran, sus manifestaciones tendrían una sublimidad afectiva acogedora. La imaginada Bella Dulcinea del Quijote representa un ideal femenino.

   La sociedad necesita el puro valor femenino. Disminuirían así muchos conflictos sociales, pues la afectividad sería un valor permanente en las relaciones humanas.

   Expondremos también algunas propuestas de soluciones a los conflictos planteados. Si hubiera algún contenido que pudiera molestar la sensibilidad del lector, le ruego que me disculpe, porque no ha sido esa mi intención. El fundamento de todos mis escritos se encuentra en el libro “Alfabeto del Pensamiento y Cosmosociedad” (APyCS), que aparece con descarga gratuita en mi página Web, donde se encuentra también el enlace del Blog que contiene este artículo:

www.cosmosociedad.es 

PRIMERA PARTE: DEPURACIÓN Y DEFINICIÓN DE LA TERMINOLOGÍA SEXUAL.

    Lo que se dirá en los siguientes apartados se encuentra con mayor amplitud y definición en otros artículos: 1) Yo que creo ser y con el que me identifico; 2) Los personajes que crea yo como ideales suyos; 3) Las cuatro Dimensiones de la Conciencia y la sexualidad humana. El lector habitual, que ya los conoce, puede prescindir de su lectura; pero al lector nuevo le es necesario leer los puntos siguientes para entender mejor este artículo.

1. Yo que creo ser y con el que me identifico

   Vamos a tratar de conocer el yo que caracteriza a todos los homínidos y que se vierte en su manifestación sexual de Mujer y de Varón.

La naturaleza del yo

   Si te pregunto: ¿estás leyendo este mensaje? Tú te dirás que sí, pero date cuenta, que de una manera muy sutil sientes además una referencia personal en tu mente, a la que tú llamas yo, de modo que tú puedes decir: “yo soy el lector”, “yo tengo un libro”, “yo tengo una pareja”, etc. ¿Qué se siente en ese yo, cuando se dice “yo tengo un cuerpo de macho” o “yo tengo un cuerpo de hembra”?

   Se ve que yo, que se cree ser, es relativo; sirve para las relaciones con cualquier circunstancia. ¡Solamente para esa función auxiliar ha sido creado por la vida y no para abducir el cuerpo y adueñarse de su manifestación sexual!

Todo lo demás que no soy yo es no-yo para mí

   Tenemos que distinguir ahora el yo de la circunstancia que vive, que la ve como algo externo que no es yo. Crees que es exterior a yo: libro, pareja, etc. Son todos diferentes a yo y por eso los llamamos no-yo.

   En el Universo de Objetos está efectivamente separado el cuerpo, con el que yo se identifica al decir “mi cuerpo”, de “libro” y “pareja”. En cambio, en tu mirada interna, que es donde realmente los ves, todos: yo, “cuerpo”, “libro”, “pareja”, etc. son contenidos de tu única mente.

   Cuando le dices entonces a una persona “yo te quiero”, las representaciones mentales de yo y de la persona se unen en tu mente y en tu cerebro y experimentas felicidad. Si dices “yo te odio” sentirás malestar, debido a la desintegración en tu propia mente de tu yo y el yo en ti de esa persona.

   Esto hay que tenerlo muy claro en las relaciones humanas, pero aún más en las de pareja, que son muy sutiles. Si la mujer menosprecia al varón tachándolo de Machista, y si además aquél es poco macho, se forman unos enredos en las mentes de ambos que conducen a la agresión mutua.

Yo que realmente se es

   ¿Quién se es realmente? Se es yo, sin las cadenas y las sombras que ha ido creando yo y que lo ocultaban; en yo liberado de los encadenamientos mora la verdadera libertad y la mirada sin condiciones. Es libre y sin miedos; no se une a la circunstancia, sino que la contempla en atención como algo externo a sí. Ilustramos lo anterior en el Cuadro 1.

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Cuadro 1. Irrealidad del yo que creemos ser.

La verdad es: YO soy yo. Le dice Yahvé a Moisés: Yo soy el que soy.

2. Los personajes que crea yo como ideales suyos

   Así como el novelista funde en una trama a los personajes de su obra, que son versiones psicológicas de sí mismo, el yo hace algo similar. Convierte su vida en un teatro, en la que el yo genera personajes de sí mismo, con los que se identifica además. Comienza así su la dimensión personal de su conciencia a desviarse de la propia vida.

¿Cómo genera yo sus personajes?

   Si, por ejemplo, tengo idea de ser “poco querido” y mi ideal es “serlo mucho”, produciéndome esto desazón, gran parte de mis pensamientos objetivos y de mis actividades de relación irán dirigidos a llamar la atención para ser querido.

   Si mi pareja no me quiere como yo necesito, la buscaré y si no me hace caso o incluso me ignora, la puedo llegar a agredir. Finalmente se forma el personaje en la mente: nadie me quiere. Está asociado generalmente con agresividad hacia las personas que no le quieren.

  Se llena así la mente de personajes, que nos impiden sentir, pensar y amar con independencia de ellos. Si además se sienten atacados, el yo puede reaccionar matando al atacante, como ocurre en la VG. Nos convertimos así en una obra de teatro cuyo autor es el yo y cuyo guion lo van escribiendo los personajes.

3. Los 4 Universos en la Conciencia Humana

   La Conciencia Humana es en-sí única, pero se expresa mediante cuatro Niveles o Universos, que se representan en el Cuadro 2, y que se vierten en la sexualidad como veremos en el punto 4 siguiente.

. Existe el Universo Objetal, cuyos contenidos son todos los objetos que aparecen como exteriores a nosotros. Es el que vemos con la mirada ocular, como en los siguientes casos: la mesa, el libro, el árbol, etc.

. Aquél está enlazado con el Universo Mental, que es accesible desde la mente, y que “alberga” los pensamientos concretos, que se tienen de los diversos objetos y de sus relaciones. Aunque el objeto libro está en el Universo Objetal, se mira en la mente con la mirada interna.

   Realmente no se ve el libro externo sino su representación en la mente. Según como sea el estado mental así se verá el libro; por eso disentimos los unos de los otros en cómo son las cosas que vemos. Cuando se dialoga, lo hacen los personajes sobre representaciones ya contenidas en la mente y a menudo con prepotencia y agresividad. Por eso, no existe verdaderamente la comunicación humana.

. Seguidamente miramos en el Universo de Ideas, en el que se “encuentran”: los ideales y las ideas de todos los objetos, los principios matemáticos, etc. El libro sabemos que es un libro y no un árbol, porque previamente tenemos la idea de libro, que es distinta de la idea de árbol, lo que nos permite distinguirlos.

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Cuadro 2. Los 4 Universos

   Los tres primeros Universos son considerados en la Filosofía de la Ciencia por K.R.Popper. El investigador científico observa el Universo de los Objetos y, a partir de su propia mente, establece relaciones racionales de los objetos, con las que se puebla el Universo Mental. A partir de ahí, elabora tesis y principios que nutren al Universo de Ideas Humano, que no suele coincidir con el Universo de Ideas de la Conciencia Universal, ya que estamos desviados del mensaje cósmico como se vio en el Cuadro 1.

. Finalmente el Universo Intuicional es peculiarmente accesible mediante la iluminación en la Inteligencia. Se ha manifestado en los siguientes humanos: religiosos, místicos, artistas, científicos, etc. Se intuye en el Cuadro 3 “más allá de” la mirada tridimensional que engloba a los personajes dentro de la esfera que les encierra, sobre la que vuela la paloma, que es símbolo de Venus y del Espíritu Divino.

   Todos perciben y buscan una cuarta dimensión en el espacio tetradimensional desde donde mira la paloma, pero solo el personaje que asoma su cabeza a la izquierda con su MIRADA “extraviada” parece ser que ve en Mirada Intuicional. Se supone que dicho personaje es libre de ataduras mentales e incluso parece fuera de este mundo.

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Cuadro 3. Universo Intuicional.

4. Los 4 Universos en la dualidad sexual humana

   Aplicamos lo dicho en el punto 3 anterior sobre los 4 Universos al entendimiento de la manifestación sexual humana, que expresamos en el Cuadro 4. Partimos para ello de que en el Universo Intuicional es Hombre, que no mantiene sexo, pero que contiene potencialmente la dualidad sexual. Esta visión es intuicional y no coincide, por tanto, con lo que se denomina andrógino.

Visión unitaria de la dualidad sexual humana

   Todo nativo, sea cual sea su sexo, se encuentra unido a Hombre a través de las dos ramas duales ascendentes que se ven en el Cuadro 4. Todos estamos representados sexualmente en ellas de la misma forma siguiente: Masculino-Femenino es Universo de Ideas, Varón-Mujer es Universo Mental y Macho-Hembra es Universo Objetal.

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Cuadro 4. La dualidad sexual.

Distinción lingüística de los 4 Universos en la sexualidad

   Hombre es en el Universo Intuicional, no es representable, solo intuible. Masculino y Femenino pertenecen al Universo de Ideas; son ideas intangibles y universales, ajenas a cualquier valoración. Varón y Mujer aparecen en el Universo Mental; son consecuencia de los roles sociales desempeñados. Macho y Hembra se muestran en el Universo Objetal y son reconocibles por sus rasgos físicos.

   Estamos acostumbrados a percibir a los otros homínidos solo en el Universo Objetal, en el que son Macho y Hembra según sus cuerpos físicos. Se ignoran, por tanto, el resto de los elementos contenidos en las dos ramas, que se encuentran revueltos en el lenguaje social existente; pero es necesario que los distingamos.

   Si miramos a un varón japonés y a un varón europeo, ambos son diferentes en el Universo Objetal, pues sus rasgos físicos no coinciden. También lo son en el Universo Mental, pues sus comportamientos, usos, costumbres, modas, etc. son diferentes. Ahora bien, son iguales en el Universo de las Ideas pues ambos expresan a lo ideal Masculino y a lo virtual Femenino. Desde aquí son ya esencialmente lo mismo en Hombre.

   Aunque un varón se sienta masculino, vive también virtualmente su idea de femenino. Cuando conoce a una mujer que le gusta, se excita en consecuencia su femenino virtual. Si éste no existiera, no sería entonces afectado por la mujer, la vería simplemente como un objeto más del Universo Objetal.

Sexualidad personal

   La Fig.5 resulta como unión de las anteriores 2 de Mirada y 4 de Dualidad. El eje central de mirada funciona como un espejo respecto a las 2 ramas laterales. Para alcanzar un nativo, biológicamente hembra, su ideal en Hombre recorrerá el camino ascendente por Mujer y Femenino, quedando virtual el camino paralelo al otro lado del espejo. Cuando se une a su pareja se estimula dicho camino virtual y vive entonces una experiencia circulatoria integrada de doble naturaleza: la real propia y la virtual que ha sido estimulada.

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Cuadro 5. Mirada, dualidad y sus 22 enlaces. El árbol sexual de la vida.

   Junto a aquellas visiones sexuales ideales, pueden considerarse otras expresiones, como se pueden estudiar en el Cuadro 5. Así, por ejemplo, Hembra puede conectar por medio del Universo Mental con Varón, el cual es sociomental por naturaleza y, por tanto, socialmente modificable, pudiéndose alterar entonces en consecuencia las características de la mujer.

   La mujer entonces sentirá, entre otras, estas dos necesidades: 1) Desviarse en parte del camino ascendente de Femenino propio y seguir también por el de Masculino, sin tener en cuenta que ambos pertenecen al Universo de Ideas y, por tanto, son inmodificables; 2) Transformar lo que era tenido y aceptado socialmente como Varón para trasladarlo e incluirlo en el ámbito sociomental de Mujer. Esta expresión concreta del “árbol sexual de la vida” es la que se está viviendo compulsiva y casi plenamente en la actualidad; pero se aleja, como hemos visto, de su concepción original.

SEGUNDA PARTE: BÚSQUEDA DEL ENTENDIMIENTO SEXUAL.

   Una vez que ha sido depurada la terminología sexual humana, procedemos ya propiamente al análisis y esclarecimiento de las relaciones y condicionamientos que se establecen en la pareja y las que son propias de cada uno de sus miembros. Nos iremos fijando además en los términos de Machismo y de Feminismo mostrando y depurando sus concepciones actuales.

1. CIRCUNSTANCIAS GENERALES QUE INFLUYEN EN LAS RELACIONES SEXUALES

1.1. La integración de las ramas de Masculino y Femenino

   Cada miembro de la pareja de la especie humana ha de integrar sus dos polos Nativo y Hombre, por medio de sus dos ramas paralelas, siendo el principio primordial inicial Hombre. Tiene que ser una unión estable similar a lo que ocurre en el imán, que tiene integrados sus dos polos.

   Un buen ejemplo de dicha unión, aunque sea literario, según la traza Miguel de Cervantes en su libro, es el siguiente: la Bella Dulcinea es la idea propia de Femenino que inspira a D. Quijote de la Mancha; la aldeana Dulcinea del Toboso es su representación como Mujer, que sube a horcajadas en la burra y huele a ajos crudos. No existe la Hembra porque se trata de un personaje literario sin cuerpo, pero se podría imaginar que sería el de la aldeana Aldonza Lorenzo. Resalta en todo el libro el comportamiento del Caballero de la Mancha como macho y su encomienda a su femenino virtual la Bella Dulcinea.

1.2. Sexualidad procreativa y creativa

   Hay que tener muy claro, que el fundamento original de la sexualidad para la vida es la procreación, mediante hijos, para lo que hace falta que la pareja combine en su vida común relativa. El sexo entre humanos puede ser también solamente creativo en cada miembro de la pareja, sin el propósito de tener hijos, cuando ambos se unen exclusivamente para integrarse en una partícula superior, que es realizada por el amor entre ambos; en esto se fundamenta el “tantra sexual” de rito oriental.

   Lo que decimos es esencialmente distinto a las siguientes frases habituales en muchos homínidos: “ligué mucho anoche tía y luego al final tuve un rollete, ¡no veas tía!”. Este tipo de conducta, si es habitual, genera una desviación seria en la evolución sexual humana.

1.3. Sexo y trabajo

La necesidad laboral en la mujer

   Las corrientes liberales impulsan, desde hace más de dos siglos, el desarrollo individual y laboral, lo que motiva en la mujer la necesidad de tener un espacio de gobierno mediante su trabajo personalizado en la sociedad sin dependencia del varón.

   El avance de la Medicina durante los últimos siglos y el empleo de las vacunas ha ido haciendo descender la mortalidad infantil. Las mujeres pasaron de tener de 6 a 8 hijos a tener menos, lo que les permitió tener tiempo libre, que podían dedicar a otros asuntos. Una ayuda similar se ha experimentado actualmente con los electrodomésticos.

Repercusión en el varón de la vida laboral de la mujer

   La organización, la estructura y el orden de la vida laboral contienen en abundancia los elementos “frío” y “seco”, lo que se opone al elemento “húmedo” con el que naturalmente se expresa Femenino en la Mujer. Si una luz se apaga la otra virtual se enciende por retroacción, por lo que crece entonces en la mujer el polo virtual Masculino, que quiere tener entonces realidad. Esto repercute en cómo vive la mujer la feminidad y su incipiente masculinidad. Aquello se refleja en su tendencia a la maternidad y en la relación menos acogedora con su pareja.

   En el varón predominan los elementos “caliente” y “seco”; éste se adapta al “seco” social por lo que el varón vive un exceso de “seco”, que le perjudica. Su elemento “caliente” es neutralizado por el “frío” social; él resulta entonces menos acogedor y cálido con su pareja, disminuyendo, por tanto, su componente de macho.

   Al disminuir su componente macho sentirá expandirse por compensación su polo virtual Femenino, quedándose por lo general sin integrar con la rama real Masculino. Difícilmente entonces el varón puede imponerse realmente como macho y ser “machista”, aunque también puede ser que para superar su deficiencia quiera tener comportamiento de “macho”, pero que es entonces falseado. Esta situación incipiente se puede socializar con el comportamiento metrosexual del varón, lo que elude el problema planteado.

La violencia de género

   Lo que se denomina violencia de género es una respuesta de la pareja al desengaño mutuo (ver artículo específico del Blog). Hay dos clases de violencia: la que le hace la mujer al varón y la que le dirige éste a aquélla. La primera tiene un fondo agresivo de desintegración vital y la segunda se manifiesta preeminente y agresiva, que entonces puede llegar a matar. Esta VG desvía a la Humanidad de su evolución hacia la Cosmosociedad.

   Nos vamos alejando así de las leyes sexuales que nos hicieron nacer desde los principios, lo que puede acabar en desintegración vital de la Humanidad. ¿Estamos de acuerdo con esta clase de evolución que estamos viviendo? ¿Sabemos a dónde nos conducirá? pero ¿podremos detenernos? Existe un artículo en el Blog, en el que se tratan todos estos temas.

1.4. Aparece la violación

El dios Plutón romano o Hades griego

   Se puede decir con seguridad que el lenguaje mitológico es un lenguaje figurado que expresa con gran fidelidad la comunión superior del pensamiento; lo que se quiere comunicar está más allá de lo que se dice. Su lectura aparca a la mente y conduce la inteligencia a una dimensión superior. Comunica directamente el Inconsciente Colectivo con el Inconsciente Personal, el cual se hace consciente en el homínido, que lo interpreta como si fuera algo propio.

   Ahora bien, el yo no puede entenderla porque ha evolucionado en gran manera a base de enredos, limitaciones y falseamientos racionales. La parábola que utiliza Jesús de Nazaret en su enseñanza es similar a la enseñanza mitológica, así como el "Koan" oriental.

   En la mitología griega el dios Hades, o Plutón romano, emerge desde el infierno por una brecha del terreno y rapta a la virgen Perséfone, o Proserpina romana, llevándosela consigo “contra su voluntad”. Ahora bien, su “madre mitológica” Deméter, o Ceres romana, estaba viendo el rapto y cuando se queja a Zeus o rey del Olimpo emisor de leyes, o Júpiter romano, aquél le dice que no puede hacer nada, porque su hermano Hades es el que reina en lo profundo.

   Se simboliza así que la semilla está obligada a germinar en una substancia nueva debido a la vida emergente de la fertilidad de la Tierra, como se ve en el Cuadro 6. Perséfone y Plutón reinarán ya por siempre en el infierno o lugar profundo “más allá de…”. En los artículos sobre el Sars-cov-2 vimos la significación de Plutón en la generación del virus.

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Cuadro 6. Perséfone como semilla absoluta.

El tratamiento legislativo de la violación

   El problema humano derivado consiste en que aquella realidad superior de conciencia, simbolizada por Plutón, hace eclosión en algunas mentes torpes de machos del “Homo sapiens” y les impulsa a ser violadores efectivos. Aunque estas fuerzas son naturales en el arquetipo, Plutón encarnado en el varón pueden trastornar su mente. Su calificación de acto machista implica menosprecio a Macho, por lo que puede provocar más violaciones por varones que necesitan compensar precisamente su deficiencia de macho.

   Siempre conviene ver si hay permiso o connivencia de otras fuerzas presentes, como ocurre en el mito con Perséfone, que incluso sabe que va ser raptada por Plutón; por eso está en el prado con otras vírgenes. Sirven pues para muy poco las medidas coactivas que se están legislando o las manifestaciones de repulsa. Se trata de un problema muy profundo del subconsciente humano, que hay que conocer.

Femenino en Perséfone

   Hemos podido observar en el Cuadro 6 que Ceres-Perséfone representa una idea de Femenino que supera nuestros sentimientos y concepciones actuales. Está más allá del desarrollo que ha tenido en la Tierra; podría servir para cualquier otro planeta en el que hubiera hecho eclosión lo que aquí llamamos vida.

   Es necesario, por tanto, dejar atrás lo que ahora estamos llamando Machismo y Feminismo. Entiendo que hay que crear el Movimiento Femeninista, que estaría inspirado en el sentimiento universal de Femenino. Su símbolo sería el de Perséfone, que es el rombo de cuatro picos que está inscrito en la pequeña figura que aparece arriba y en la derecha del Cuadro 6. Esta idea fue desarrollada con mayor amplitud en el artículo anterior “Hay que levantar al Cielo la Mirada”. Si hemos de poblar el espacio, es imprescindible un cambio integral en la mujer, en el que se inspirará el varón.

1.5. La infravaloración del guerrero occidental

El rechazo creciente a las guerras

   Se va perfilando cada vez más en las mujeres que el mundo gobernado por los hombres les conduce a guerras que destruyen, sobre todo en las ciudades, la cuna de la familia que ellas representan. Comenzó con la 1ª Guerra Mundial y persiste agravado en la actualidad.

   La función social y la característica macho del guerrero quedan pues en tela de juicio. Tuvieron las mujeres incluso que abandonar sus hogares para trabajar en las fábricas y ya han continuado en todos los ámbitos.

   Los medios de información reproducen la crudeza de los guerreros responsabilizándolos de la muerte de civiles, cuando son los políticos con su desgobierno y su población con su asentimiento y deseos de objetivos nacionales los que originan la guerra. Así que cuando aparecen los ataúdes se acusa sin más a los guerreros y no se reconoce la culpabilidad nacional.

   No es de extrañar que haya aparecido incluso como héroe nuevo en la cinematografía el técnico en Informática, que con dos clicks en la consola de su ordenador detiene una guerra nuclear, lo que suple al guerrero. Como remate final para el varón-guerrero, la mujer se ha incorporado al Ejército y a la Policía.

   Queda claro pues, con todo lo dicho, que el varón-macho no se sienta tan necesario y que esto inconscientemente le afecte. Necesita entonces expresarse como más macho, pudiendo entonces ser tratado de machista.

La reacción policial

   La subestima al guerrero militar se amplía a la acción represiva de la Policía, que se ve obligada en muchas ocasiones a defenderse de la agresividad de los manifestantes. El que se sienta en su casa a escuchar las noticias, recibe sobre todo el mensaje de la represión policial. No olvidemos que el poder efectivo de un juez está en la policía judicial y en la de prisiones.

1.6. La inmigración y la reproductividad

   La situación actual generada por la inmigración presenta similitud con la de hace 60.000 años, cuando el “Homo sapiens “africano se asentó en Europa, apareciendo nosotros por evolución y desapareciendo finalmente el “Homo neardenthalensis”, que estaba establecido allí.

   Ahora, nuestros parientes “Homo sapiens”, que han evolucionado en África, están manteniendo un comportamiento similar. Su superior reproductividad afecta a la no reproducción de la pareja occidental, también ya influido por otras causas. Gadafi dijo que la guerra entre Occidente y el Islam la ganaría el vientre de las mujeres musulmanas.

   Todo ello, influye en el comportamiento del varón europeo y en su sentimiento de macho defensor de la nación y del territorio y perpetuador de sus genes. En efecto, se comprueba estadísticamente, por ejemplo, que en unos 30 años el 40% de la población francesa será musulmana.

1.7. Consideraciones bíblicas

Los 4 Universos están presentes en la Creación

   En el Génesis hay una primera fase creadora en la que Eva es consubstancialmente igual a Adán, pues son creados a imagen y semejanza de Dios Creador o Universo Intuicional; Génesis 1-26-27. En esta fase creadora Adán y Eva son las ideas de Masculino y de Femenino respectivamente en la Mente de Dios; no tienen cuerpo. Eva estaría expresando entonces a Femenino-Venusino.

   No ocurre lo mismo con la creación por Yahvé-dios en el paraíso de la segunda Eva, que nace de una costilla de Adán, cuando éste duerme; Génesis 2-21. La forma de la costilla es la de una imagen lunar y proceder de Adán es una imagen solar. Por eso éste duerme en la noche, que es cuando brilla la Luna y se oculta el Sol. Eva estaría expresando ahora a Femenino-Lunar.

   Las caras de la Luna nacen de su receptividad a la luz del Sol. Ésta idea de femenino no es, por tanto, de igualdad con la de masculino, sino de dependencia lunar; ha aparecido así la dualidad sexual de la mujer de Femenino-Venusino y de Femenino-Lunar. En esta fase creadora Adán y Eva tienen ya mente, puesto que dialogan, por lo que existen originariamente en el Universo Mental como Varón y Mujer.

Es Eva la que necesariamente tiene la iniciativa de pactar con el Diablo

   En el Génesis es la Eva del Paraíso la que pacta con el Diablo. Este pasaje, a veces, se desvirtúa porque Adán y Eva del paraíso tienen que encarnar en el Universo Objetal como Macho y Hembra para henchir la Tierra. Como prueba de sus nacimientos desnudos es por lo que Yahvé, al salir del Paraíso, tiene que cubrir sus cuerpos encarnados entonces en el Universo Objetal, como se ve en el Cuadro 7.

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Cuadro 7. Adán y Eva vestidos, ya encarnados.

   Se necesita para la encarnación que participe el Diablo, que reina en lo terrestre, por lo que es él quien pacta con Eva-Mujer, pues es la que tendrá que concebir con el material terrestre. El poder de aquél en la Tierra se ha considerado en numerosos artículos y se ve también en las tentaciones, que es capaz de presentarle a Jesús de Nazaret en su purificación en el desierto.

2. CIRSCUNSTANCIAS PROPIAS DE LA RELACIÓN SEXUAL.

   La voluntad personal del homínido queda condicionada por un conjunto de características de la sexualidad, que la definen, y a las que tiene que necesariamente adaptarse.

2.1. El femenino virtual del varón y el real de la mujer

El varón no conoce el femenino real de su pareja, siente el suyo virtual estimulado por el de ella

   Existen condicionamientos propios de varón y de mujer, que influyen en cómo aquél siente su idea de femenino virtual al ser estimulado por el real de la mujer. La idealizará incluso al confundirla con su sentimiento propio femenino, que ha sido estimulado.

   Tratará entonces de obligarla a que se comporte como él siente su femenino virtual, que contiene todos los desvaríos acumulados durante su vida. La mujer se resistirá a imitar el femenino del varón, lo que provoca violencia mutua, surgiendo en ambos comportamientos de “macho”, que en el varón pueden derivar en agresión.

   La dualidad diferente cromosómica del varón X e Y debe aportarle cierta inseguridad hacia su manifestación genuina de macho, debido a la dualidad de cromosomas. Como la mujer tiene los dos cromosomas iguales X, puede poseer una mayor estabilidad como hembra, lo que le permite actuar como varón con mayor seguridad.

Interrelación entre el femenino del varón y el de la mujer

   Hemos dicho que hay que saber discernir entre lo siguiente: el yo, que se cree ser, la representación del yo del otro en la mente y además el yo que el otro realmente es. Aquel discernimiento es difícil en cualquier ámbito, pero lo es más en el de la pareja.

   El varón torpemente identifica la idea de femenino existente en su pareja con la suya propia, ocultándose más ésta entonces. A partir de ahí la mujer domina en el inconsciente femenino del varón a través de su propio comportamiento femenino. Cuando ella habla, piensa o se comporta de forma natural, sin forzarlo, está motivando en la misma línea al varón.

   Aquella motivación él no la detecta; lo que siente es que si ella se “acerca” es feliz y si se “separa” es desgraciado. Querrá, por tanto, “inmovilizar” a la mujer junto a él, aún en contra de su voluntad. Esto tiene lugar incluso con independencia de lo que ella efectivamente sienta o haga. Sentirá celos de todo aquello que la aleja de él, aunque sea injustificado; pudiendo llegar a matarla. A todo ello se le puede agregar un instinto natural de posesión de la hembra.

Algunas reacciones en el varón

   Todo lo anterior se proyecta sobre el género varón, perdiendo éste su perspectiva existencial. Se encuentran los varones desorientados e impotentes ante un fenómeno que surge colateralmente y cuyas raíces escapan a su comprensión. Creen, no obstante, que lo entienden sumándose, como Adán, al comportamiento del género mujer.

   Si todo esto a lo que nos estamos refiriendo se le escapa al macho, su vida se desorienta. El paso siguiente es el desarrollo de una agresividad latente, que puede desbordarse. No solo no es ya el guerrero que protege a la mujer, sino que su capacidad de lucha se dirige contra ésta.

2.2. La cuadriplicidad Hembra-Mujer y Macho-Varón

Femenino se expresa dualmente en la mujer

   La idea de femenino se conoce y se trata como dualidad, lo que expresaremos en los arquetipos Luna y Venus, que todos manejamos con sencillez, por lo que nos servirán para entendernos mejor. Hay que diferenciar, por tanto, la atracción venusina de la receptividad lunar.
La integración de ambas se aprecia sencillamente en el cuerpo de la mujer con los siguientes ejemplos: la cadera es receptiva de la vida, pero tiene forma atractiva, y lo mismo ocurre con las mamas. Podemos apreciar las diferencias entre ambas en el Cuadro 8.

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Cuadro 8. La dualidad sexual en la mujer.

  Si la mujer occidental dice que “quiere ligar” se está expresando venusinamente y cuando dice que quiere tener un hogar con hijos, lo está haciendo lunarmente, pero en la atracción al varón se ayuda de su parte venus.

   Cuando aquélla dice “me he tirado al tío ese” está utilizando su idea masculina virtual, transformada en real. Se expresa lunarmente cuando dice “por más que lo hacemos mi marido y yo, no me quedo embarazada”.

El funcionamiento de la cuadriplicidad sexual

   Nos vamos a apoyar ahora en los arquetipos mitológicos. Es Venus la que es “equiparable virtualmente” a Marte y a la inversa, incluso los planetas correspondientes están a distinto lado inmediato respecto de la Tierra. Venus mira al Sol y Marte mira directamente al Cosmos. Su relación es tal, que en la Mitología se les reconoce atrapados en una red y se dice que los otros dioses se ríen de ellos al verlos así.

   Ahora bien, la relación Venus-Marte no es equiparable, como se suele creer. La primera es atracción sexual, mientras que el segundo es impulso sexual. Además el fundamento existencial de Venus está en la Dimensión Personal de la Conciencia Humana, mientras que lo que fundamenta la manifestación marcial, está en la Dimensión Social, como se descubre en el AP. Ambos pueden funcionar incluso independientemente, pues existe la atracción sin que haya impulso.

   En cambio, la idea femenino-lunar es idea del ideal Sol. Hay pues “dependencia lunar” de la mujer al varón, siempre que éste sea solar y ella lo sienta así. Un ejemplo es el regalo que recibe el varón cuando la mujer reposa la cabeza, con olvido, en su hombro; otro es cuando la mujer corre hacia el varón y salta a horcajadas abrazándolo.

2.3. Es un error grave decir “violencia machista”

La degradación del arquetipo marcial

   Cuando se dice entonces con menosprecio “violencia machista”, hay que prestar atención porque nos estamos refiriendo implícita y globalmente también al arquetipo Marte degradándolo, integrándose así en la Mente Colectiva.

   Aquel sentimiento de Marte ya degradado puede también trasladarse inconscientemente, como tal, a otras circunstancias en las que las características de dicho arquetipo consideradas “buenas” para otros fines nos sean necesarias.

   Efectivamente se malogra con aquella degradación el potencial de defensa frente a agresiones de todo tipo, que puedan surgir. Es un gran error, por tanto, decir con globalidad: “violencia machista”. Lo correcto es referirse al hecho particularmente: “El Sr. Y o un varón ha agredido a la Sra. X”.

  La manifestación femenina dual se expresa también culturalmente. Los movimientos feministas occidentales han elegido como símbolo para representarlos el de Venus, que vemos en el Cuadro 9. En cambio el Islam, que ha adoptado como símbolo el de la imagen lunar, parece representarlo con las distintas formas del velo islámico en torno a la cara de las mujeres musulmanas, que reproducen así las formas de la Luna en el cielo.

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Cuadro 9. La realidad de Venus o Afrodita griega.

   La expresión más extrema de la imagen lunar es el burka, que oculta no ya la cara, sino también todo el cuerpo de la mujer. Parece representarse así el hemisferio de la Luna que no puede verse desde la Tierra.

   Se propicia así la proyectividad y la asertividad del macho islámico, que al verse privado de la visión sexualizada de la mujer, puede verter su continencia en agresividad para el combate. Hay que conocer bien en qué se fundamenta el presunto enemigo.

Pureza y virginidad

   En la actualidad no está apreciado el estado de virginidad en la mujer occidental. La asimilación de dicha realidad existencial no tiene que arrastrar consigo el que se olvide o deprecie la virginidad en sí misma, pues el principio creador del Caos Original actúa sobre una virginidad inicial.

   El estado de virginidad existe y ha existido como componente de diversas culturas. Buenas pruebas de la existencia propia de la realidad virginal son las diversas manifestaciones que hacen referencia a la misma, como las siguientes: cuando se aduce como un valor añadido “piso a estrenar”; aún más cuando se exclama que “es una isla virgen”; etc.

2.3. La existencia de personajes en la pareja humana

La generación de personajes en la mente

   Cada uno de ellos los ha generado de forma distinta en función de su vida antes de conocerse. Tienen compatibilidad, por ejemplo, en la conciencia planetaria de Venus encarnada, que influyó en su atracción, pero él lo plasma en una necesidad artística que genera el correspondiente personaje y ella lo hace en movimientos pacifistas, que dan lugar a un personaje diferente.

   Ambos entonces, a pesar de su afinidad potencial venusina, querrán imponer al otro las vivencias de su personaje perturbándose la relación de la pareja. El varón querrá prevalecer, para lo que recurrirá a su componente de macho, que despertará el de la mujer dándose en ambos violencia machista.

El conocimiento de los personajes en la pareja

   ¿Qué es lo que ocurre pues en el fondo? Las vibraciones esenciales generadoras de la vida “quieren” encarnar puramente para lo cual tienen que desaparecer los personajes. Estos en cambio quieren permanecer, porque han sido necesarios para vivir y es el mismo yo, quien los ha creado. Provocan pues enfrentamientos entre la pareja, creciendo con la energía que reciben y asentándose así más sólidamente. ¡He aquí una contradicción básica!

3. PROPUESTA DE SOLUCIONES

   Hemos ido viendo la complejidad de las relaciones sexuales en la pareja humana, así como el mal uso que se hace de los términos Machismo y Feminismo. Vamos, no obstante a proponer la vía de algunas soluciones.

3.1. El tratamiento de los personajes

   Creo que la clave para un buen entendimiento es tener una visión clara de los personajes propios, de los ajenos y de los formados por la interacción de la pareja. Un primer paso sería evitar el uso de los términos Machismo y Feminismo.

La generación del “nosotros”

   El yo de un sujeto ve inicialmente como “tú” al yo del otro sujeto. Se establece pues una relación entre la realidad, con la que se ve a sí mismo el primero, y la virtualidad con la que le aparece el segundo en su mente a través de su sistema visual propio. Todos ellos son, no obstante representaciones en la mente del yo del homínido, que es única.

   La apertura a una existencia social, le hace exclamar entonces: “nosotros”. El “nosotros” cobra en la relación de pareja una connotación muy genuina, pues se integran de una forma sutil las ideas Masculino y Femenino y los roles de Varón-Mujer. De su esencia y relación han de tener conciencia los dos miembros de la pareja para poder decirse “nosotros”. En esto no puede haber predominio del uno sobre el otro, sino igualdad esencial.

La relación en pareja

   La relación en pareja permite la purificación de los personajes de los 2 miembros, pero hay una contradicción básica en aquella relación, que conduce a la desintegración de la misma. Las vibraciones esenciales más manifiestas en ambos son las que han dado lugar a la atracción; esto se expresa coloquialmente diciendo que “hay química entre ellos”. Como hemos dicho, cada uno ha vivido, no obstante, antes de conocerse dichas vibraciones a su manera, generándose sobre la base de las mismas también los personajes correspondientes, que seguramente se enfrentaran en la convivencia.

   Hay que prestar una atención especial para que el sentimiento de macho no se convierta en personaje machista y para que el de hembra no lo haga en personaje feminista. Más aún en que no se produzcan enfrentamientos entre aquellos personajes, pues se alimentaría así la VG.

El tratamiento de los personajes en la pareja

   Pero, ¿qué es lo que realmente quiere la vida que nos cuida y preserva? La vida lo que quiere es que los dos miembros de la pareja se liberen de sus personajes para que resucite en ellos la individualidad, como seres indivisos y libres, fundamentándose en el amor mutuo.

   ¿Qué es lo que hay que hacer entonces? Cuando se produce el enfrentamiento hay que parar y ver cada uno el personaje que entonces se está manifestando, para lo que tiene que haber pacto y amor mutuo.

   A partir de ahí la discusión continua, pero de otra manera, porque el personaje no es nutrido. Al final tiene que aparecer una sonrisa gratificante en ambos. Es necesario para ello, apoyarse en el Discernimiento.

3.2. Visión de la pareja humana en la Cosmosociedad

   A la Cosmosociedad (CS) nos hemos referido en muchos escritos y específicamente en la Parte 4 del libro APyCS. No es una sociedad renovada de la actual, sino que surge del Alfabeto del Pensamiento, la Revolución en la Conciencia y la Purificación de la Mente. Vamos, no obstante, a extraer del texto lo que sigue referido a la sexualidad.

La integración de la pareja humana en la Cosmosociedad

. Las ideas de los niños y las de las de las niñas mantienen en la CS lo siguiente: Masculino y Femenino tienen la misma valoración esencial; Varón y Mujer son manifestaciones sociales de los primeros con roles diferentes, pero en igualdad de oportunidades; Macho y Hembra son finalmente las expresiones corporales, que tienen tratamiento digno en el alimento, la salud y la reproducción.

. Fomentar el amor integrador de la pareja humana es una tarea permanente de la CS. Sobre ella descansa la procreatividad, que es su fundamento humano.

. La maternidad y la infancia reciben una protección social prioritaria en la CS. Su mantenimiento se inscribe como célula básica, que nutre a la existencia de la sociedad. Su frontera es un límite respetado por el Gobierno Social, que vela por la procreación humana. Se favorece que emerja en las parejas procreativas la individualidad de ambos.

Consideraciones para ser tenidas en cuenta por varones y por mujeres

. El género mujer debe integrar en su pensamiento y en su comportamiento la dualidad sexual de femenino-venusino y de femenino-lunar, tal y como lo hace la vida. Es, no obstante, el femenino-lunar el que determina la integración.

. Asimismo el género mujer tiene que ver, asimilar y estimular en el varón a Masculino en sus dos vertientes: marcial con su impulso vital y solar con su energía acogedora. Queda, no obstante, Masculino encarnado como real en su conciencia y Femenino como virtual.

. El género varón tiene que amar, entender, valorar y honrar a Femenino con estas dos vertientes: para ver en sí mismo su imagen virtual y para comprender su encarnación real en el género mujer, todo ello en aras de su integración con ella.

. Tienen ambos que ver que Femenino y Masculino son ideas del Universo de Ideas, por lo que son-en-sí: inalterables, universales y atemporales. No se pueden pues personalizar para su uso particular.

. Aunque puedan existir asociaciones familiares diversas, la familia por excelencia es la procreativa de varón y de mujer. La familia procreativa es la que nutre de miembros a la sociedad y donde el niño encuentra encarnados en sus progenitores a Femenino y a Masculino, como necesaria referencia de su orientación y desarrollo sexual.

. Todo lo anterior se propicia en el niño y en la niña tanto por sus progenitores como en la educación escolar.

En la Cosmosociedad no existen los términos Machismo y Feminismo.

   He hecho un gran esfuerzo en todo momento para no molestar a personas o asociaciones con otras visiones o creencias. Espero haber contribuido a un entendimiento profundo de la pareja humana.

   Afectuosamente, José Jesús.

 


AGRADECIMIENTO: a mi hermana Manuela Luz Lidón Campillo por su contribución en este artículo, para que le quede lo más claro posible al lector.